Mirando al futuro

A unas horas de cerrar el año, es momento de hacer balance de lo ocurrido en 2014. Harto de análisis pesimistas y previsiones negativas, desde el CLAVO queremos aportar un poco de frescura, dando el protagonismo a los “agarrados” más jóvenes. Nos contarán cuál ha sido el personaje y el momento más importante de este año que dejamos y se “mojarán” por lo que nos espera en 2015. Ellos son, sin duda, nuestro futuro, pero también nuestro presente. Feliz Año.

Jaime (17 años)

Personaje 2014. El Rey Juan Carlos I, que, a pesar de que abdicara debido a su elevada edad, ha sido para mí, y espero que para mucha gente más, el mejor Rey de todos.

Momento 2014. Lo rápido que se olvida la sociedad actual del ébola. Parece mentira que hace unos meses todos estuviéramos cagados de miedo con esta enfermedad.

Personaje 2015. Pablo Iglesias, pero no por si gana las elecciones, sino porque como las pierda su nombre va a desaparecer y en meses nadie se va a acordar de él, al igual que todos los casos similares en los que un candidato nuevo hace mucho ruido diciéndole a la gente lo que quiere oír, pero finalmente acaba en absolutamente nada a causa de su falta de fundamentos dentro de su partido.

Momento 2015. El resurgir del Fútbol Club Barcelona. Se crítica mucho a Luis Enrique ,al igual que Guardiola fue criticado en sus inicios, y ahora resulta ser el mejor entrenador del mundo. Confio en que el Barça resucite y en que Bartra se convierta en un fijo en el 11 titular.

Ana (18 años)

TEMBLEMOS: la teoría del miedo

El miércoles, en uno de los múltiples chats de WhatsApp que viven en mi móvil, recibí un curioso mensaje. Hablaba de una de las medidas del programa electoral de Podemos que propone la eliminación de las subvenciones a la enseñanza privada como una de sus principales medidas económicas. Hasta aquí todo correcto. Lo que me sorprendió era la reflexión final del mensaje donde se afirmaba con una rotundidad pasmosa los puestos de trabajo que se iban a ver afectados por la misma y el número de niños que no podrían elegir donde estudiar. Además de cerrar con el ya manido “Pásalo”.

Me he tomado la molestia de leerme el citado programa electoral y, sólo a nivel informativo, os reproduzco el artículo al que se refería el mensaje porque “algo” se quedó en el tintero.

Ya cada uno que piense lo que quiera. Este mensaje no fue sino un pequeño petardo dentro de la gran traca que se desató en todo tipo de medios después de los resultados de la encuesta del CIS, que situaba a Podemos como la primera formación política en intención de voto directa. Vaya por delante que no me creo nada de estas encuestas, me parecen oportunistas, en la mayoría de ocasiones partidistas y de resultados muy cuestionables. Lo que sí es cierto es que cada vez que sale el nombre de Podemos en algún sondeo de este tipo sube el pan y se pone en marcha un movimiento patriótico por la defensa de nuestra democracia que, sinceramente, me sorprende. Podríamos decir que sube el pan o que se pone en peligro nuestro sistema democrático, como diría la Secretaria General del Partido Popular, María Dolores de Cospedal.

De Podemos a Podemos

Hace hoy 6 años se escuchaba incesantemente en España un grito: ¡Podemos!. Esa fue la manera elegida desde Cuatro para animar a los chicos de Luis Aragonés en la Euro 2008, llegando incluso a plasmarlo en un himno. Durante un mes los jugadores de la Selección se encargaron de irnos convenciendo, partido a partido, como diría el Cholo, de que realmente podíamos, hasta que el gol de Torres contra Alemania culminó la hazaña. Aquel ¡Podemos! quedó en la memoria de los aficionados y lo que la Roja hizo sobre el campo cambió nuestra mentalidad. La furia, el caer en cuartos, las fatídicas tandas de penaltis dieron paso a un buen juego y un carácter ganador desconocido hasta entonces. Aquel 29 de junio cambió la mentalidad de los españoles (futbolísticamente hablando).

Estos días vuelve a resonar en España con fuerza aquel Podemos, aunque con un sentido bastante diferente. Las Elecciones Europeas del pasado domingo tuvieron un protagonista inesperado: Pablo Iglesias. Por su nombre no cabe duda que tenía que tirar hacia la izquierda y, siendo joven, en camisa o camiseta y con esos pelos, pues un perroflauta indignado más. Por lo menos esto es lo que pensaban sus adversarios políticos hasta que por la tarde se empezaron a conocer los primeros datos sobre el reparto de votos. A media noche ya no había vuelta atrás, el “coletas” se había convertido en el enemigo público número uno.