Sonorama, la música hecha fiesta

Un año más, y ya van 17, se celebró en Aranda de Duero el Sonorama, festival indie por excelencia. Este año llegaba con cierta polémica por un cartel menos alternativo que de costumbre. Muchas fueron las críticas recibidas, sobre todo a través de las redes sociales, por incluir a grupos de otros géneros musicales y por la ausencia de las grandes bandas indies del momento como Lori Meyers, Vetusta Morla o Love of Lesbian, las cuales podemos encontrar en cualquiera de los múltiples festivales existentes a lo largo y ancho del país, cuyos carteles se pueden recitar de memoria como antaño recitábamos la lista de los reyes godos.

Nuevamente la organización del Sonorama demostró que apostar este año por grupos como Amaral, Duncan Dhu, Raphael, Elefantes o Nacho Vegas, aparte, claro está, de muy buenas indie como Izal, Second, Niños Mutantes, Los Planetas o Fuel Fandango fue todo un acierto porque al final el Sonorama es mucho más que un festival. Son las fiestas de un pueblo hechas festival, con lo que al final, el cartel es lo de menos. Fe de ello dieron las casi 45.000 personas que se pasaron por Aranda y el recinto ferial a disfrutar de las más de 100 actuaciones durante los 4 días de festival. Y es que una vez que pruebas la experiencia Sonorámica no puedes dejar de vivirla.

Porque el Sonorama es también la Plaza del Trigo, ese escaparate para grupos emergentes pero con cierto bagaje. Da igual quién toque, siempre te lo pasas bien. Este año tuvimos el placer de disfrutar de grupos muy prometedores como Sexy Zebras, The Bright, Correos o Maryland, con el añadido de las sorpresas finales. Tanto el viernes como el sábado Niños Mutantes y Second tuvieron a bien animar la Plaza con algunas de sus mejores canciones y versiones después de reventar la noche anterior el escenario principal del recinto ferial del festival.

Desde aquel rincón tan exquisito

Camping Sonorama – 16 AGO 2014 – 10:00 h.

Comienza el run run mañanero en la zona de acampada. Es el último día y, un año más, todas las miradas apuntan a la Plaza del Trigo y alrededores. La rutina mañanera de ducha “templada”y visita al “confesionario” se ameniza con nuestra particular crónica del día anterior donde Second e Izal lo petaron, Amaral se marcó un buen concierto y Fuel Fandango nos exprimió hasta el final con su particular non stop. Todavía el recuerdo de la actuación de Raphael se nota en el ambiente con el tarareo constante del Como yo te amo, elevado a la categoría de «canción del Sonorama» por Niños Mutantes con su particular versión.

Después de tres días de festival la gente se resiste al madrugón, pero el efecto imán de la Plaza del Trigo es muy potente. Después de recargar los móviles en el bar de nuestro amigo Miguelito (así bautizamos a un emprendedor de unos 12 años que a euro por móvil cargado reunía el dinero suficiente para el regalo de cumpleaños de su padre) emprendimos camino al pueblo.

Al San San y al vino vino

Pues sí, como dice el refrán, a cada cosa hay que llamarla por su nombre y dejarse de rodeos. Este año he optado por una Semana Santa festivalera en el San San Festival de Gandía y, qué queréis que os diga, en general me ha parecido bastante decepcionante. La verdad no tenía intención de ser muy cañero. Hay que reconocer que era su primer año con todo lo que ello conlleva. Desde aquí apoyamos todo (o casi todo) lo que suene a música en directo, pero también creemos que hay veces que merece la pena levantar la mano para evitar que se repitan los mismos errores. Después de leer ayer el post resumen de nuestros amigos del San San me sentí realmente engañado y, sinceramente, prefiero que me llamen exigente a que me llamen tonto.